La Biblia habla mucho acerca de los dones. 

Nosotros envidiamos a quienes tienen muchos dones innatos, a la vez viendo nuestras condiciones contrarías, nos excusamos y nos desanimamos. 

Pero según la Palabra de Nuestro Creador, que es la Biblia, nos advierte que los de dones innatos hacen que fácilmente se crean de sí mismos y después  se caen, también existen los dones adquiridos que son más eficientes. 

“Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.”

S. Mateo 25:28-29 RVR1960

Todas las personas de esta parábola tenían dones. Por lo tanto lo que en este contexto dice “tiene”, no se refiere tener la existencia de dones, ni volúmenes de dones, sino los hechos de creer a quién les repartió los dones e ir a negociar. Y tener fe en quién les atribuyó esos dones e ir a desafiar y dedicarse en los negocios que son agradables según la voluntad del dador de dichos dones. En aquel momento, el Señor los ayuda y bendice para que puedan continuar haciendo la voluntad agradable de él. 

“Cooperando también vosotros a favor nuestro con la oración, para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don concedido a nosotros por medio de muchos.”

2 Corintios 1:11 RVR1960

El corazón que pueda pedir y recibir la oración, solo mana del corazón de quien se reconoce su falta y por ella quiere aprender. Si pudieran aprender y practicar lo aprendido y probar lo practicado con el corazón unido con la voluntad de Dios, Dios no podrá menos que ayudarles y bendecirles. 

¡Dejemos de poner más excusar por los dones!