“Dijo Jehová a Samuel: ¿Hasta cuándo llorarás a Saúl, habiéndolo yo desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite, y ven, te enviaré a Isaí de Belén, porque de sus hijos me he provisto de rey. “

1 Samuel 16:1

El rey Saúl fue elegido por la petición del pueblo de Israel. Por que los israelitas vieron a los reyes de los países vecinos. Ya que aún era los tiempos que apenas se estaba estableciendo el sistema del gobierno monárquico alrededor del país Israel. Por la misma razón los primeros reyes de cada cual, eran personas fuertes y sobresalientes. Así que los israelitas les tenían envidia por más que Dios ha sido el rey de ellos y siempre les ha protegido. Por eso Dios les levantó un hombre ideal según la perspectiva del pueblo. Pero Saúl muy temprano en su reinado se apartó hacía su propio camino; en el que confía de su propio parecer y de su prudencia pues en sí mismo tenia muchas cosas de que confiar en su carne.

Así Dios demostró su voluntad a los lectores de la Biblia que la selección de Dios es totalmente distinta a la perspectiva humana. Los hombres ven muchos el aspecto y la superficie, pero Dios solo ve el corazón. 

“Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó. “

1 Samuel 13:14

“Quitado este, les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero. “

Hechos 13:22

Entonces, ¿quién es el varón que le agrada a Dios?

Dios ve el corazón recto que genuinamente cree en Él y camina ante la presencia de Dios. A pesar de que él esté en una posición humillada y en un lugar escondido u olvidado. Pero lo observa, no se olvida y lo levanta en el momento preciso. Por lo tanto, ¡no tenemos porqué quejarnos!

“Dijo Jehová a Samuel: ¿Hasta cuándo llorarás a Saúl, habiéndolo yo desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite, y ven, te enviaré a Isaí de Belén, porque de sus hijos me he provisto de rey. “

1 Samuel 16:1

Antes de David, Belén era un pueblo pequeño y escondido de Israel. Pero Dios se fijó en él.

“Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón. Entonces dijo Samuel a Isaí: ¿Son estos todos tus hijos? Y él respondió: Queda aún el menor, que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel a Isaí: Envía por él, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí. Envió, pues, por él, y le hizo entrar; y era rubio, hermoso de ojos, y de buen parecer. Entonces Jehová dijo: Levántate y úngelo, porque este es. Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá. “

1 Samuel 16:7,11-13

David era el hijo menor de Isaí, quien ni siquiera su propio padre tuvo alguna expectación en él.

Aunque el mundo no, pero Dios conoce y reconoce a quien en silencio camina sintiendo la presencia de Dios.

“David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada, Dijo Saúl a David: No podrás tú ir contra aquel filisteo, para pelear con él; porque tú eres muchacho, y él un hombre de guerra desde su juventud. salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba. Fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha provocado al ejército del Dios viviente. Añadió David: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté contigo. “

1 Samuel 17:33-37

Amados lectores; ¡caminemos y practiquemos la fe genuina delante de Dios!

“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. “

Hebreos 11:6

¡Dios les bendiga!