Dios no nos permite ninguna tentación o prueba que no sea humana o que nosotros no podamos resistir. Es una promesa.
Si vamos hacia adelante tomando esta palabra como promesa. Él nos dará la salida en aquel instante, esta es su segunda promesa.
“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.”
1 Corintios 10:13