Un huerto cerrado es un huerto privado que tiene un dueño, pertenece a una sola persona y nadie más puede entrar.
El huerto cerrado es una metáfora de una esposa con un marido amoroso. El labrador de este huerto es Jesucristo, y el huerto dentro de esta cerca es Su amada esposa, la iglesia – nuestros corazones.
Ábrele tu corazón sólo a Él y deja que Él solo se pasee a diario por el huerto de tu corazón.
Entonces tu corazón se llenará de flores y frutos de paz, alegría y gratitud.
“Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa mía; Fuente cerrada, fuente sellada.”
Cantares 4:12 RVR1960