“Ved ahora que yo, yo soy, Y no hay dioses conmigo; Yo hago morir, y yo hago vivir; Yo hiero, y yo sano; Y no hay quien pueda librar de mi mano.” Deuteronomio 32:39 RVR1960
El vivir y el morir es de Dios.
Solo si reconocemos la soberanía de Dios que es bueno y altísimo, entonces con el paso del tiempo, podremos ver la gloria de Dios.